sábado, 24 de octubre de 2009

Seven Pounds (2008) Siete Almas.




En este drama, Will Smith en el papel de un extraño agente de recaudación fiscal, sorprende con su magnífica actuación. Desde el primer cuadro en el que aparece hasta en el último, el impacto que deja con sus expresiones y su intensidad lo ponen al nivel de los mejores actores de Hollywood. De ser un comediante de series de televisión se convirtió en un actor de acción. De ahí dio un brinco espectacular con “The pursuit of happines” (2006) traducida como “En busca de la felicidad” y ahora con esta magnífica cinta demuestra su versatilidad y su calidad histriónica.


Esta película es uno de las pepitas de oro que te encuentras entre enormes toneladas de producciones que salen diariamente a nivel mundial y que no te dejan más que un sabor de refresco y mantequilla en la boca.


Rosario Dawson en el papel de Emily Posa también te deja sin aliento y con el corazón apachurrado. Todo el elenco perfectamente escogido forma un grupo de personas que empiezan a entrelazar sus vidas y sus historias a través de Ben Thomas, quien tiene un misterioso pasado y que tiene asuntos pendientes que finiquitar.


La historia es contada de manera no lineal, con brincos de tiempo constantes y que como piezas de rompecabezas se completan y se comprenden hasta que la última pieza cae en su lugar. No puedo dejar de relacionar esta película con la de “21 gramos”, del director Alejandro González Iñarritu quien fue uno de los pioneros de estos guiones no lineales y caóticos que al final hacen perfecto sentido.


Esta es una joya que vale mucho la pena ver con unas buenas palomitas sazonadas con una que otra lágrima.


Calificación: (del 1 al 10)


Actuación: 10
Fotografía: 9
Guión: 9
Efectos: 9
Sonido: 9


Qué me dejó la película:


Lo que más tiene hundido al ser humano en guerras, violencia, abusos y tantas otras desgracias es el EGO. El pensar primero en yo, luego en mi, y al final en mí mismo. Que diferente sería el mundo si por un instante pudiéramos desapegarnos un poco de nosotros mismos y poder dar algo de lo que tenemos a quien lo necesita. Y no hablo de grandes acciones altruistas que salgan en los medios sino en las acciones cotidianas, en el día a día, con tu propia familia, con tus compañeros de trabajo, con el mesero, con el chofer. Porqué no dar un poco más de propina, por qué no ayudar a una mujer a la que se le cayó la bolsa del supermercado, por qué no alimentar a un perro que esté frente a tu casa y está en los huesos.


Son pequeñas cosas que van alimentando tu vida y que al final es lo que más importa.


El día de nuestra muerte, no nos vamos a llevar con nosotros ninguna de nuestras pertenencias materiales. Ese carro por el que tanto trabajaste y descuidaste a la familia… aquí se queda. Esa posición en el trabajo que tanto orgullo te daba… ya la tiene alguien más. Esas enormes cuentas en el banco… será la herencia que dejes, pero de eso, nada te toca.


Al final, qué es lo que nos llevamos. Muy simple. El amor que dimos y el amor que recibimos. En eso se resume todo. Ese es todo el tesoro que puede cargar tu alma después de esta vida. Es el combustible que te hará llegar a lugares más luminosos, y será la memoria que dejes de ti a los que se quedan. Nada más.


Y una última reflexión que me deja esta película es nuevamente el segundo, el instante que puede cambiar tu vida por completo. Los caminos que tu escoges en la vida y los caminos que se te dan a veces de manera brutal y sin que tú los decidas. El control que creemos tener de nuestra vida es solo una ilusión.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Untraceable (2008) Sin Rastros




En este thriller, Diane Lane hace el papel de Jennifer Marsh, un agente del FBI dedicada a la investigación de crímenes por la red.
 
Se da a la tarea de cazar defraudadores, pederastas, hackers y toda clase de entes obscuros que utilizan a la red para sacar alguna ventaja.

 
Su vida transcurre con “normalidad” hasta que un día le hacen llegar una dirección web que tiene que investigar. Al entrar se da cuenta del horror. Comienza con un gato, que muere lentamente pegado en un papel de cazar ratones. En su momento lo clasifican como crueldad animal y desestiman el caso. De repente ya no es un gato, sino un ser humano el que está en el escenario cibernético. Sometido a diversas torturas con alta tecnología y conectadas a la computadora, el drama comienza.

 
La idea principal y lo que hace original esta película es que mientras más curiosos se meten a la página a ver el macabro espectáculo, más se acelera la tortura.

 
Aún con su original planteamiento, la película tiene muchas fallas. Predecible y con una actuación regular, la trama se desarrolla  con los típicos elementos que pudieron haber salido de un formato llamado “haga su thriller usted mismo”

 
Para quién le guste el género, puede rentarla con unas buenas palomitas. (si no le afecta que estén bañadas en ácido)

Calificación: (del 1 al 10)

 
Actuación: 6
Fotografía: 7
Guión: 7
Efectos: 8
Sonido: 8

 
Qué me dejó la película:

 
Indudablemente el ser humano es un ser extraño, lleno de aspectos maravillosos y luminosos pero también tiene partes muy obscuras. Tal vez se remonte a la etapa más salvaje de nuestra evolución, en la que la muerte y la sangre era lo cotidiano. 

 
Porqué nos atrae tanto un helicóptero que cae en llamas en Brazil, o una boa tragándose de un solo bocado a un nativo, un una pelea callejera donde los actores terminan ensangrentados y con huesos rotos.

 
Tal vez el lector diga… a mí no. Yo no. Yo nunca he visto esas cosas. Pero se puede comprobar con los rating de Youtube la atracción a los desastres, a las muertes violentas, a los accidentes. Si nunca ha visto algo así y no le ha llamado la atención o picado la curiosidad, probablemente esté aislado de este mundo. Basta con ver un noticiero en la televisión y es peor que esta película, pues es la realidad la que está plasmada ahí.

 
Esto es parte de los principios más básicos en la vida. El ying-yang. El día y la noche, todo como dualidad. Así que la persona más pura puede tener un lado muy obscuro, que si bien lo puede controlar, no puede negar su existencia. Termino con la idea de la consciencia representada por un ángel y un diablo. Más claro y esquematizado no se puede.

sábado, 17 de octubre de 2009

District 9 (2009) Distrito 9



Qué pasaría si una nave alienígena se descompone en medio de un planeta para ellos desconocido, en este caso la tierra. Cómo reaccionarían los humanos, como los trataríamos, como se integrarían a nuestros usos y costumbres.

Bajo esta premisa, Peter Jackson como productor de esta película nos asombra nuevamente con una cinta donde se combina el estilo documental con un estilo narrativo muy bien integrados.

Por supuesto que no pueden faltar los efectos especiales espectaculares que engañan a la mente con creaturas y  artefactos generados digitalmente e inmersos en el mundo real. La animación 3D ha llegado a un punto en el que no se distingue hasta qué punto es real o digital.
Es agradable ver que por fin una gigantesca nave extraterrestre no aterriza en alguna ciudad de Estados Unidos (casi siempre en New York o los Ángeles), ni en Paris, ni en ninguna de las ciudades ícono del cine, sino en Johannesburgo, Sudáfrica. Para muchos una ciudad que oyen por primera vez, pero que a través del filme te das cuenta del tamaño de la metrópoli y el tipo de sociedad que es.

El eje de la cinta es Wikus van der Merwe, un agente de la corporación Multi-National United, que en su intento de desalojar a los alienígenas que llaman “prawns”, (crustáceo similar al camarón) del Distrito 9 y reacomodarlos en la periferia  de la ciudad, sufre un accidente con una sustancia extraña la cual cambia por completo el curso de su vida.

Cinta divertida, sin ser un reto intelectual, cumple con el fin de entretener y de disfrutar unas buenas palomitas (si no te da asco que estén salpicadas de tripas verdosas alienígenas)

Calificación: (del 1 al 10)

Actuación: 7
Fotografía: 7
Guión: 8
Efectos: 9
Sonido: 9

Qué me deja la película:

Los temas que más pueden ser analizados y transportados a nuestra vida son dos: el de los prejuicios y el del racismo. Cuantas veces no hemos visto alguna persona que por su tipo de piel, por su apariencia o por sus costumbres nos genera algún tipo de rechazo.

Pensemos en un momento en Hitler, en Mussolini, en los americanos matando a los indios, al esclavismo,  a tantos y tantos actos aberrantes que ha tenido el ser humano contra sí mismo solo por diferencias mínimas de costumbres o de color.

Qué pasaría si en un acto sobrenatural nos pudiéramos convertir en esa persona. Estar en sus zapatos, en su ropa, con su vida e historia. Qué caminos ha recorrido, que ha gozado y qué ha sufrido.

Sería una hipótesis interesante que Hitler, después de una lujosa cena en su palacio y del reporte de sus generales dándole parte del número de judíos detenidos, de repente se desmayara y abriera los ojos en un sitio con olor a podredumbre. Se viera en el espejo como alguien totalmente distinto, en los huesos, con llagas en la piel, con un hambre que duele. Qué pensaría en ese momento. Ve a su alrededor y ve a cientos como él. En fila los dirigen a unas regaderas. El sabe lo que va a pasar, pues de él fue la idea que envenenaran a los judíos con gases ahí dentro. Sale corriendo, lo agarra un soldado alemán y lo muele a golpes. El grita con desesperación… “soy Adolf Hitler”. Los soldados ríen con burla, lo siguen golpeando brutalmente. Llega un general de alto rango al cual le explican la locura de ese judío. El general con asco e indiferencia saca su pistola y casi sin ver, como quien mata un insecto dispara su arma en la cabeza del infeliz.

Si en ese momento despierta como de una pesadilla, ¿cambiaria en algo después de esa vivencia?

El ponerse en los zapatos del otro es liberarte de tu ego, de tus prejuicios y poder entender que hay tantas formas, costumbres y colores como seres hay en el planeta.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Inglourious Basterds (2009) Bastardos sin Gloria



El director Quentin Tarantino se luce nuevamente con su humor negro y sus parlamentos alucinantes. En esta película donde se plantea la segunda guerra mundial desde una realidad alterna, el equilibrio entre unos excelentes personajes, una historia que te atrapa, una fotografía cautivante y una actuación memorable, la coloca entre las mejores del género (acción-gore).


La actuación de Christoph Waltz, el cazador de judíos, se lleva la película, muy por encima de Brad Pitt, quien se limita a una actuación lineal, sin mayor lucimiento.

Destaca la aparición del sargento Hugo Stiglitz, personaje creado en homenaje a nuestro actor mexicano admirado por Tarantino.

Escenas gore no pueden dejar de faltar, con lujo de violencia y sangre por montones. Sin embargo, este director es el único puede sacarte una carcajada en medio de una tragedia alucinante.

Mélanie Laurent, en su papel de una judía prófuga llamada Shosanna Dreyfus, llama la atención por su belleza y buena actuación.

Diálogos intensos seguidos de una acción brutal, nazis caricaturizados, ingenio, y mucha sangre resumen la película. A quién le guste el género, lo va a disfrutar.

Calificación: (del 1 al 10)

Actuación: 7
Fotografía: 8
Guión: 9
Efectos: 8
Sonido: 8

Recomendable y palomera... si tienes buen estómago para comer palomitas salpicadas de sangre.

Que me deja la película: Básicamente la posibilidad de realidades paralelas. Cuando uno se encuentra en algún momento de la vida en una disyuntiva, en la necesidad de tomar una decisión entre dos o más alternativas, tu vida se vería como en un cruce de caminos en donde tienes que ir por alguno de ellos y dejar atrás los otros. La pregunta es: ¿Qué hubiera pasado si hubiese elegido otro camino? La respuesta es: Lo más seguro es que fueras otro, con una condición distinta, con una pareja distinta, viviendo en un lugar diferente, tal vez en la riqueza, tal vez en la pobreza. Al final de tu vida, vamos a ser resultado de nuestras decisiones. A donde lleguemos será consecuencia de lo que hayamos elegido, Pareja, carrera, hijos, hasta el simple hecho de haber dejado de comprar un boleto de lotería que estaba premiado. Es una combinación de suerte, destino y decisión.

Hay decisiones de vida, importantísimas, pero que no alteran tan profundamente nuestro camino. Pero hay decisiones y hechos que parecieran insignificanes y aleatorios que sin embargo nos pueden cambiar profundamente el rumbo de nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos.